Displasia de cadera


 La displasia de cadera es una enfermedad ósea, congénita, hereditaria y degenerativa; producida por una malformación de la articulación coxofemoral (unión del acetábulo de la cadera y la cabeza femoral); que puede producir dolor e incluso cojera en el animal que la padece.


Causas
Existen factores que inciden en el desarrollo o agravamiento de los síntomas clínicos, como son un desarrollo muy rápido, el sobrepeso y el ejercicio excesivo y/o violento durante el crecimiento. Las razas propensas son las grandes y las gigantes, debido a su peso y a su rápido crecimiento.

El Ovejero Alemán, el Rottweiler y el Labrador Retriever son las razas que mayor comúnmente son llevadas al veterinario por problemas de cadera, tal vez por ser las más numerosas del país. En alrededor de un 20% de los ejemplares la DC esta presente. Sin embargo, la mayor incidencia esta presente en el San Bernardo donde casi el 50% de los ejemplares están afectados. Otras razas con alta incidencia son el Mastín Napolitano, Golden Retriever, Kuvasz , Pastores Ingleses, y Pastor de Berna. Menos frecuentemente son afectados el Gran Danés, Collies, Boxer, Setter Irlandés, Bretón, Cocker Spaniel, Ovejero Belga y Dálmatas. Es rara en el Doberman, Samoyedo y Siberiano y prácticamente nula en Galgos.

Otro de los factores que aumentan la velocidad de deterioro es la alimentación; si es inadecuada habrá más probabilidades de cambios fenotípicos adversos, llegando al caso en que puede hacer que el animal no pueda correr o incluso andar.


La teoría aceptada en la actualidad es que la DCC es una enfermedad multifactorial. Presenta un fuerte componente genético, con un índice de heredabilidad muy alto, así como una serie de factores medioambientales, nutricionales o de manejo en general que actúan favoreciendo o evitando su aparición. En todos estos factores parecen estar claramente demostrados el exceso de actividad de los cachorros, los alojamientos con pisos resbaladizos o las dietas que favorecen un crecimiento rápido de los cachorros.  
Es fundamental el cuidado de la alimentación de forma que el pienso que se suministre al cachorro esté perfectamente balanceado tanto en energía como en minerales y vitaminas permitiendo que, en estos animales de crecimiento rápido, se compense el crecimiento de los huesos y el de los tejidos blandos, sobre todo la musculatura ya que, uno de los factores que predisponen al desarrollo de la displasia, es una insuficiente masa muscular respecto al esqueleto. Nunca se debe complementar con calcio la alimentación del perro en crecimiento; es uno de los errores más extendido y que más perjuicios ha provocado.


Síntomas
La enfermedad siempre se desarrolla durante el crecimiento del animal pero los signos clínicos pueden aparecer en esta etapa o cuando son adultos.
Todos los síntomas derivan del dolor y la inestabilidad que se produce en las caderas afectadas. Los cachorros suelen jugar poco, o juegan pero enseguida se echan. Corren con las patas juntas simulando a un conejo. Les cuesta levantarse, principalmente luego de un largo reposo. En animales severamente afectados puede verse desde atrás que sus patas están demasiado juntas y tienen poco desarrollo muscular. Hay animales que caminan encorvados ya que desplazan el peso del cuerpo hacia las patas delanteras. En algunas oportunidades renguean de una pata, generalmente la más afectada, aunque casi siempre la enfermedad afecta a las dos caderas.


Tratamiento
Existen varios grados de displasia, dependiendo de los cuales el tratamiento será conservador o quirúrgico.

El tratamiento conservador suele consistir en la administración de condroportectores (durante largos períodos; que ralentiza el desarrollo de la enfermedad) y de antiinflamatorios/analgésicos (AINEs; en épocas de más dolor).

El tratamiento quirúrgico ofrece diferentes posibilidades: hay tratamientos curativos y otros paliativos. En cuanto a los curativos destaca la Triple Osteotomía Pélvica y en los paliativos la Artroplastia por Excesión de la Cabeza del Fémur. Existen otras opciones quirúrgicas, similares a las de medicina humana, que consisten en la sustitución de la articulación de la cadera por una Prótesis, que bien puede ser cementada o no cementada.


Prevención
Es importante que al adquirir el cachorro se solicite un certificado oficial de que tanto los padres como los abuelos están libres de la enfermedad; mediante ésta norma de cría se han logrado resultados significativos en la reducción de su incidencia en Estados Unidos y en Europa.
No obstante, el que los padres estén libres de displasia no implica necesariamente que su descendencia no la desarrolle, pues es una enfermedad poligenética.
Otras consideraciones son: evitar el sobrepeso durante el crecimiento, no someter al cachorro a ejercicio excesivo, proporcionar al animal una dieta adecuada a sus necesidades y evitar que estén en suelos donde pueda resbalarse.


¿Es siempre responsable el criador por la aparición de un animal con DC?

Es muy común escuchar a un propietario de un animal displásico, decir, que los padres estaban libres de la enfermedad, entonces, ¿cual es la razón de la aparición en uno o varios de sus hijos?, la respuesta es la siguiente: un canino puede portar los genes de
la DC sin sufrir la enfermedad, pero sí, transmitirla a su descendencia. Es necesario ir eliminando de la reproducción los perros displásicos y los reproductores que dan hijos displásicos, ya que los mismos si bien no sufren de DC, la transmiten. Se necesitarían 6 o 7 generaciones libres de la enfermedad para poder definitivamente erradicarla dentro de esa línea reproductiva, tarea extremadamente difícil y onerosa.

A. Libre de Displasia. Sin indicio de DCF 0-0 (-,-) - libre, apto para la cría.


B. Forma de Transición. Sospecha de DCF 0-1, (-,+) apto para la cría.


C. Ligera Displasia. DCF 1º (+) - leve, dudoso, debe repetirse la radiografía unos meses después.


D. Displasia Mediana. DCF 2º (+,+) - media, no apto para la cría.


E. Displasia Grave. DCF 3º y 4º, no apto para la cría.



Fuentes:
Wikipedia,
www.dequivet.com.ar,
www.adiestradorcanino.com,
www.consultavet.es